sábado, 11 de diciembre de 2010

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Pero, ¿hay opción? ¿Realmente tengo dos caminos que elegir? Creo que no. Creo que mi mente, mi cuerpo o mi personalidad, o lo que quiera que sea, no me deja elegir. Lo que hago es seguir hacia delante dando palos de ciego, eligiendo uno y otro camino a la vez, y inventando algunos nuevos. Porque lo quiero todo y por todo lucho. El problema de elegir todo, es que también me llevaré las decepciones de todo, pero...¿tengo opción a elegir otra cosa? No lo creo.

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