ten thousand miles apart

Solo

estás

TÚ

tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú tú 

Ha pasado más de una semana y al parecer, ante mi sorpresa, sigo viva. No se si es gracias a tenerlo cerca todos los días, o más bien eso me perjudica. De verdad que no lo se.

La última noche

La última noche a su lado, quizás fue tan bonita como las demás, pero estuvo bañada por el amargo sabor de la despedida. Sabíamos que era la última noche, desde la llamada hasta la despedida. Y con más certeza lo supimos cuando decidimos que así sería mejor. Porque, o aquello iba a más, o iba a... nada. Y eso es lo que tenemos ahora, nada. Pero aún así, en parte soy feliz de haber podido tener la última noche, y haberla saboreado a cada instante, cada segundo, cada caricia, cada beso... el último beso. Y luego dormir abrazados sin soltarnos ni un instante. Sabíamos que era la última noche y queríamos aprovecharla. Lo que no entiendo es cómo puedes querer que haya sido la última noche. Ojalá todas fueran últimas noches.

Y todavía sigo oliendo a ti.

Se acabó

"Fue bonito mientras duró"

Esa fue una de las frases. Sí. Y la verdad, que resume bastante bien lo que pasó. Ahora debería encontrar otra frase que expresara lo que siento, pero no la hay o al menos no la conozco. Diré que me noto perdida, sumida en una incógnita y que pensar en cualquier cosa, sobre todo en el qué pasará ahora, me aterra profundamente. Sigo temiendo al día a día, que ya se me ha echado encima. Va ha ser difícil. Lo se.

¿Un deseo? "Recuérdame cuando no esté, y cuando esté, recuerda como era cuando estaba viva"

Pompas

¡Sí! ¡Efectivamente! No le dije nada. Y hoy tampoco. Y mañana... hagan apuestas.

Si es que resulta imposible, cuando todo a su lado es tan bonito, cuando parece que toda esta historia fue solo una horrible pesadilla; y ¿cómo voy a joder eso? ¿Cómo voy a estallar esa burbuja de colores? Lo sé, debo hacerlo. Además esto no es más que una farsa. Mañana lo intentaré una vez más.

Suerte...

El fin es inminente

Ha llegado el día y... estoy realmente acojonada. No se si voy a tener el valor suficiente para decir algo. Sinceramente, creo que no voy a ser capaz. Y si soy capaz, ¡madre mía! va ha ser horrible. Ahora mismo pienso que por qué le voy a decir nada, si ya se la respuesta, son ganas de pasar un mal rato. Pero se que es el miedo el que habla. Tengo que ser valiente y aclarar todo, así todo será mucho más fácil, doloroso, pero más fácil. Y el día a día... solo espero superarlo rápido.

...Bueno, en realidad, lo que más espero, es estar equivocándome y que mi cuento de hadas resurja. Pero la esperanza, en parte, es algo malo, sino ¿qué hacía en la caja de Pandora?

cuento de hadas

Hoy le he visto. Si no fuera por ese infernal minuto todo seguiría como si nada, seguiría viviendo mi cuento de hadas. Pero el minuto existió, fue real. Mi castillo sigue desmoronándose, y yo sigo temiendo el día a día en clase. A su lado me siento más segura, pero no puedo olvidar la realidad. Temo enfrentarme a la aclaración del asunto, pero debo afrontarlo, y no a mucho tardar. Cuanto antes tenga el "no" definitivo, antes podré empezar a olvidar y superarlo.

Hoy he echado de menos tocarte...

Se acabó lo que se daba

Noto como todo se desmorona y se cae en pedazos. Creía que no ocurriría, que ya era lo suficiente fuerte, o que no era tan importante. Pero no. Todo se desmorona. Tengo la sensación de que me espera un duro curso. Ahora me he dado cuenta de que jugué con fuego y la cagué. Vuelvo ha estar al fondo del pozo.

...Un tiempo después

me contó otra historia. Se trataba de un enamorado que amaba sin esperanza. Se refugió por completo en su corazón y creyó que se abrasaba de amor.

El mundo a su alrededor desapareció; ya no veía el azul del cielo ni el bosque verde; el arroyo ya no murmuraba, su arpa no sonaba; todo se había hundido, quedando él pobre y desdichado. Su amor, sin embargo, crecía; y prefirió morir y perecer a renunciar a la hermosa mujer que amaba. Entonces se dio cuenta de que su amor había quemado todo lo demás, de que tomaba fuerza y empezaba a ejercer su poderosa atracción sobre la hermosa mujer, que tuvo que acudir a su lado. Cuando estuvo ante él, que la esperaba con los brazos abiertos, vio que estaba transformada por completo; y, sobrecogido, sintió y vio que había atraído hacia sí a todo el mundo perdido. Ella se acercó y se entregó a él: el cielo, el bosque, el arroyo, todo le salió al encuentro con nuevos colores frescos y maravillosos; ah

ora le pertenecía, hablaba su lenguaje. Y en vez de haber ganado solamente una mujer, tenía el mundo entero entre sus brazos y cada estrella del firmamento ardía en él y refulgía gozosamente en su alma. Había amado y, a través de su amor, se había encontrado a sí mismo. La mayoría ama para perderse.

Otro fragmento de "Demian".

Simplemente MARAVILLOSO.

Vacaciones

Creo que nunca me había pasado esto. El ponerme triste por irme de vacaciones. No es que no tenga ganas, o que piense que no me lo voy a pasar bien, al contrario, se que me lo pasaré estupendamente. Estoy triste por la gente que me dejo aquí, por la gente que no veré en 3 o 5 semanas. Creo que he creado unos vínculos muy grandes este año, y he reforzado los que ya tenia. Realmente voy a echar mucho de menos a todos. Y no solo a la gente que veo todas las semanas, también a gente con la que me comunico por aquí, ya que la distancia es lo único que nos permite. Hace un mes o dos estaba deseando desaparecer, desconectar del mundo y olvidarme de todos. Pero hay que ver que vueltas que da la vida, que ahora me he enganchado con uñas y dientes ha esta vida recién nacida.

Todo esto me hace ver más aún lo feliz que estoy siendo ahora mismo, que siento que tengo todo lo que necesito, todo lo que quiero, cada cosa en su lugar. También me asusta pensarlo, por la típica sensación de que algo muy malo vendrá después. Pero si algo he aprendido ya, es que ya que lo bueno no dura eternamente, hay que aprovecharlo, y eso estoy haciendo, sacarle el máximo jugo, vivir intensamente. Y por eso mismo mañana iré con todas las ganas y toda la energía del mundo a coger el bus que se que me llevará a hacia tres nuevas semanas inolvidables.

Embriagada

de

TU

cariño

gritos sordos a la almohada

Un recuerdo pasa por mi mente

Un escalofrío recorre mi cuerpo

Una sonrisa se dibuja en mi cara

Cierro los ojos con fuerza y grito...

O eso me gustaría, gritar con todas mis fuerzas, gritar al mundo que soy yo, sí, soy yo la chica que pasa noches abrazada a él, soy yo la chica a la que besa, la chica con la que puede pasar horas hablando... la chica en quien confía. Soy yo, para él soy yo, y para mí es él.

Pero sssssh... es de noche, todo el mundo duerme, que nadie me oiga gritar.

todo

Vuela conmigo, cuélate dentro, dime chico. Dame calor, sácame brillo, hazme el amor en nuestro nido. No quiero nada más, me sobra respirar. Sube conmigo, déjalo todo, yo te cuido. Ven a Madrid en un descuido. Haz cosas mientras yo te miro. Sueña conmigo, escríbeme luego un mensajito. Dime hacia donde, yo te sigo. Si tú te tiras yo me tiro. No tengo miedos, no tengo dudas. Lo tengo muy claro ya. Todo es tan de verdad, que me acojono cuando pienso en tus pequeñas dudas y eso, que si no te tengo reviento. Quiero hacértelo muy lento. Todo, yo quiero contigo todo. Muy poco a poco que venga la magia y estemos solos. Solo rozándonos todos, sudando cachondos, volviéndonos locos, teniendo cachorros, clavarnos los ojos, bebernos a morro. Dame que aún te queda, dame un poco más, DAME QUE LO QUIERO TODO. Siento que cada vez más tengo celos de todo. Dame, que aún te llega y todo llegará. Dámelo solo a mí, solo. Siento que cada vez quiero más.

Y cuándo nos hayamos dado todo, cuando nuestros cuerpos necesitados de cariños estén llenos. ¿qué pasará? ¿qué será de tú y yo? Cuando tus caricias sean mías y las mías tuyas, cuando no haya más besos que intercambiar. ¿qué será? ¿Se acabará? O quizás nunca tangamos suficiente, siempre querremos más y más.

De momento tenemos que curarnos mutuamente, proporcionarnos eso que nadie más nos da.

I can smell the sounds of love

¡Es maravilloso cómo tu olor te describe tan a la perfección!
Esa mezcla divina íntima y personal.
Tu olor, sutil y delicado, muy suave, tanto que me costó percibirlo al principio.
Luego lo probé y lo primero que aprecié es que no era un olor artificial, de estos seductores y atractivos que aportan los mejores perfumes, que están muy bien, pero no; el tuyo no era artificial, nada artificial, como tú, todo natural. Luego, el primer sabor que se forma en tu paladar es algo... amargo quizás, basto y aspero, provocado por el tabaco y el alcohol, de los cuales el primero siempre está presente, y el segundo en la gran parte de las ocasiones. Pero luego, cuando profundizas un poco más en tu olor es cuando se te llena la boca de miel y chocolate. Te empapas en la dulce fragancia de tu interior. Y ese es el sabor que se te queda, dulce, dulce, dulce. Ese es el olor con que sueño a cada momento.

Tu olor. Tú.

...dulce como no pensé que habría, algo tan dulce como tú

y esto es solo una aproximación...

Sorbo a sorbo

Apenas puedo mojarme los labios con lo poco que me das. ¡Pero qué bien sabe! ¡Qué dulce droga! ¡Qué dulce veneno!

Sin noticias de Holanda

Ya casi ha pasado una semana de los últimos contactos. No se como, pero estoy consiguiendo una cantidad de paciencia que nunca he tenido y lo mejor es que a penas me está costando. Creo que de alguna manera me proporciono aquella noche una confianza y esperanza bastante grandes. Por primera vez en mi vida me lo estoy tomando con calma.

Pero claro, una cosa es una cosa, y otra es otra. Y vale que tenga más paciencia, confianza y esperanza de lo normal, pero al fin y al cavo sigo siendo yo. Y ahora mismo no se si ser yo la que de un pasito o continuar siguiendo su ritmo, que me da a mi que es muuuuuuuuy lento. Y es que esto no es nada sencillo, no es de esas cosas q dices "bueno, no hay nada que perder", ¡¡NO!! claro que hay mucho que perder, tengo que ir con pies de plomo porque a la mínima puede salir huyendo...

como todos los demás...

Pero a pesar de todo, estoy realmente feliz.

Cero

El cambio ha empezado. ¡Y me gusta! Me gusta mucho, tanto que creo que es un sueño.

Es increible ver con que facilidad ocurren a veces las cosas. Tú te empeñas muchísimo en algo, lo pones todo para conseguirlo, montas planes imposibles, y luego no lo consigues. En cambio, derepente... pasa. No sabes muy bien como ha sido, ni como ha llegado, pero ahí está, ya tienes lo que querías, y al final resulta que lo has conseguido sin misiones imposibles ni trucos de magia. Es maravilloso. Aunque he de decir que quizás si que había algo de magia, o por lo menos a mí me pareció mágico.

Y aún sigo sin palabras para describir como me siento, o como me hace sentir. Lo único que puede expresar esto es la sonrisa de boba que no consigo quitarme de la cara.

3, 2, 1...

Esto está practicamente acabado. Ya si que no queda nada. El futuro aún está en el aire. No tengo ni la más mínima idea de qué va a pasar, pero tengo claro que algo ocurrirá. O al menos eso espero. Porque no puede seguir así la cosa. Necesito un giro, un cambio de aires... y como siempre... lo empiezo con un cambio de look!! =)

Un último empujón....

...SE HACERCAN CAMBIOS...

Pervasive Art

http://www.camillerosegarcia.com/

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http://www.garybaseman.com/

Se ha escapadooooooooooooooooooo!!!!

Se ha escapado del saco de los horroreeeeeeeeeeeees!!!!!

Que alguien lo atrapeeee!!

El saco de los horrores

Existe un saco donde voy metiendo todos esos fracasos... con sus respectivos dueños. También incluye las ilusiones que se llevaron y muchas veces la decepción que intentaron darme. Odio ese saco. Cada vez que algo intenta salir de dentro me pone negra... es que no puedo ni mirarlo. Pero prefiero mantenerlo ahí, en un rincón de mi memoria, con todo eso guardadito dentro. Así está mejor. Espero no tener que meter muchas más cosas, porque la verdad que ya está bastante lleno. ¿Qué tal estarán ahí dentro? ...No creo que les importe...

¿Dónde te has metido?

¿Por qué todo el mundo lo encuentra y yo no? ¿No busco bien?

Cada día que pasa lo necesito más, y cada día tengo menos fuerzas para seguir este camino. ¡¡Lo necesito!! Necesito encontrar a esa persona que me de todo el cariño y todas las fuerzas que he perdido. ¿Dónde está metida? No paro de buscar, a todas horas, estoy siempre pendiente, alerta, por si aparece. Pero nada. Siempre creo que lo he encontrado, pero nunca ese. Quizás sea que no debo buscar tanto. Mira lo que pasa cuando pierdes algo, o cuando no encuentras por tu casa esa camiseta que te querías poner. Te vuelves loca buscándola por todos lados pero no aparece. Y al cabo de una semana, cuando la dabas ya no la buscabas, cuando la dabas por perdida, cuando ni siquiera tenías la esperanza de volverla a ver, aparece, en el lugar más absurdo que puedes imaginar, o simplemente estaba ahí delante de tus narices todo el rato y no la veías. Puede que con esto ocurra lo mismo, que quizás deba dejar de buscarlo para que aparezca. Pero no puedo, lo necesito tanto...

Bebernos a morro

Se mezclan en mi cabeza lo recuerdos con las fantasías. ¿El resultado? Tu y yo en mi cama besandonos, abazandonos, tocandonos... Suena Pereza de fondo. El ambiente es cálido, ardiente, pero todo está bañado por un toque de comedia. Te miro y me miras, sonrio y sonries... volvemos a besarnos. Podríamos pasar las horas así, revolcandonos, rozandonos, comiendonos.
A tu lado, en mi cama, todo es distinto. Yo soy la princesa, y tú mi principe. La habitación la ilumina tu sonrisa. Me haces reir, me haces sentirme bien, siento que soy especial; especial para tí. Siguen pasando las horas... Ya han pasado días, y tú sigues en mi cama. Solo hay humor y pasión. A ratos gana el humor... a ratos la pasión...


Pero hay que despertar. Siempre hay que despertar. Esta es la realidad. Yo estoy en mi casa, sola. y tú en tu cama. Yo pienso en tí... te llamo... y tú ni contestas. La realidad siempre es mucho más triste. No se si parte de mi fantasía se hará realidad. No se si lleguaré a tenerte en mi cama. Al menos, siempre me quedará mi fantasía. Eso no me lo quita nadie. Volvamos a la cama...

Todo, todo, todo, todo,

yo quiero contigo todo.

Poco, muy poco a poco, poco,

que venga la magia y estemos solos,

solos, solos, solos,

yo quiero contigo sólo,

solos rozándonos todo,

sudando, cachondos,

volviéndonos locos,

teniendo cachorros,

clavarnos los ojos,

bebernos a morro.

Vuela, vuela, vuela conmigo,

cuélate dentro dime “chico”,

dame calor, sácame brillo,

hazme el amor en nuestro nido.

❤❤❤❤

Siempre igual

Estoy enfadada con el mundo... es que... ¿por qué juega conmigo así? No lo entiendo. Y tampoco entiendo por qué nunca aprendo. Es que es mi pan de cada día. Hay que joderse. Siempre igual. Conoce a un chico, creete que es perfecto, hazte un millón de ilusines... y ya se encargará la vida de tirarlas a la basura, de una manera o de otra. Siempre igual. Cuando me entrego tengo la manía de entregarme en cuerpo y alma, empiezo a ver que de tanto entregarme tengo la ilusión gastada. Estoy arta... ¡Estoy arta! A la Laura, ya puedes hacer lo de siempre, acaba con esta historia de 3 días, y a por otra nueva... no se ni por qué lo sigo intentando...

20 años

20 años han pasado ya desde que nací. 20 años... Se dice pronto... No puedo evitar sentirme una vieja. Se acabaron los "dieci..." Ahora tocan los "veinti..." ¡Dios mio! ¡Qué locura! Que alguien haga algo, esto no puede seguir así. Pero nadie va ha hacer nada. Bueno, sí. Hay algunas personas que hacen algo a diario, que poco a poco consiguen hacerme ver que tener 20 no es tan malo, que simplemente es una cifra, y que aún queda mucho por vivir, que esto no se acaba. Esas personas son las que están a mi lado cada día y por las que merece la pena seguir adelante, y cumplir otro año más. Porque si el tiempo no pasara... muchas cosas perderían su sentido. Tengo que empezar a perder el miedo al tiempo, y disfrutar de que los minutos pasen, porque eso significa que nuevos momentos vendrán. =) Colillas tiradas como personas apagadas sin sueños por los que luchar. Charcos como mares sin barcos que naveguen. Un par de panfletos de publicidad que van de un lado a otro sin rumbo fijo. Empujados por un aire que levanta mi cabello dejando al descubierto mi frente. Mi frente y mi soledad. Espero sentado en un banco. En realidad no sé a quién. Lo único que sé es que tengo que esperar. Mientras lo hago, miro mi reloj sin agujas. Mis ojos se pierden por la vida de todas esas personas que pasan ante mí todos los días. Preguntándome si pertenecen a mi vida o son sólo transeúntes que vienen y van y de los que no sé nada. ¿Jugamos a imaginar? La imaginación es lo único que tengo. Un hombre con traje y maletín pasa delante de mí, con su destino, con su vida, con sus prisas. Sin tiempo para esperar. Sin tiempo para imaginar. Pero todo eso se ha terminado. Ahora es mi personaje. La imaginación es esa vida en la que todos nos gustaría vivir… Jorge tiene prisa. La media hora de la comida se ha terminado y tiene que volver a la empresa para seguir trabajando. Se sienta a mi lado. Saca de su bolsillo interior un paquete de tabaco y me ofrece un cigarrillo. - No, gracias. No fumo. Saca un cigarrillo y lo enciende. - Yo fumo desde hace un tiempo. Es como un amigo que siempre llevo en el bolsillo. Que me acompaña y que cuando lo necesito, lo saco. Y me relaja. Me relaja mucho. Echa el humo de su cigarrillo por la boca. Lo que él no sabe es que en ese humo que expulsa para siempre de sí mismo están los sueños infinitos en los que Jorge dejó de creer hace mucho tiempo. Esa vida que parece no pertenecerle y que sólo es una lágrima en la lluvia. Continúa hablando. - Hace mucho que no sé nada de Alba. El otro día encontré en una caja todos los poemas que nos escribíamos cuando teníamos tu edad, Dani. Tal vez nunca debí dejar el pueblo. Pero ya es demasiado tarde. El tiempo ha pasado y yo sólo tengo un trabajo que me atrapa todo el día. Una vida que me lleva y me trae, sin saber muy bien a dónde voy. Vivir sin mi mismo… - Necesitas un reloj sin agujas. Cuando mis palabras entran por el oído de Jorge, las agujas de su reloj desaparecen. - Ahora ya no existe el tiempo. Ahora todo lo que imagines se hará realidad. Alba le espera en la esquina de esa misma calle. No lleva los poemas de su adolescencia. Ella misma ya es poesía. Se levanta del banco y se miran, y esa mirada es como el más cálido beso que pueda escribir. Los dos se marchan, dispuestos a vivir una vida sin agujas en sus relojes… Mientras tanto, yo sigo en el banco esperando a alguien. A alguien que muy pronto tendrá que aparecer. Cristina pasa ante mí, viste con unas botas altas y una falda corta. La tira de su sujetador se deja ver entre su corta camiseta de noche. Va refugiada en sus pensamientos. Buscando una salida que la deje escapar y la devuelva a sus años de niñez, cuando aún soñaba con coger una estrella. Se sienta en el banco y empieza a hablar. - Yo quería ser profesora, Dani. Me gustaban los niños; soñaba con tener una familia, y poder ver correr a mis hijos en el jardín de nuestra casa. Sus mejillas están golpeadas. Llenas de moratones. Sus ojos reflejan el grito de dolor de una mujer. - Necesitas un reloj sin agujas. Un montón de niños se acercan corriendo a Cristina. La sonrisa de un niño es el único gesto sincero que jamás podrás ver. La rodean y la cogen de su mano, la llevan a cualquier otro lugar donde los relojes no tengan agujas… Mientras Cristina se marcha, yo sonrío. Mirando a esos personajes que en realidad son tan reales como cualquiera de sus historias. Una chica se acerca a mí. - Hola… ¿eres Dani?. - Sí, pero yo no te he imaginado. Tú no eres ninguno de mis personajes. - Soy Miriam. No sé si te acordarás de mí, íbamos al instituto juntos. Miriam se ha cortado el pelo. Ya no es la misma de hace un par de años. No recordaba su rostro, hasta que ha vuelto a aparecer ante mí. - No te había reconocido… - ¿Qué haces por aquí? Estás muy lejos de tu casa. - Estoy esperando. - ¿A quién esperas?. - No lo sé, pero sé que espero a alguien. Miriam se sienta en el banco. Ella no es ningún personaje, ni necesita ningún reloj sin agujas. - Entonces esperaré contigo. Y allí permanecimos los dos sentados esperando a alguien. Y esa espera duró más de lo que tú has tardado en leer este relato. Tanto, que aún seguimos esperando. Daniel de Vicente http://www.escribiresvivir.com/?p=135

Y no te saco de mi cabeza

Yo soy de los que piensan que el silencio es el don de la armonía.

Yo soy de los que matan los rencores y los olvidan al otro día.

No soy de los que apunto y me guardo experiencias maltratadas.

Suelo vivir el día a día, yo no creo en los cuentos de hadas.

Cuando me entrego tengo la manía de entregarme en cuerpo y alma,

empiezo a ver que de tanto entregarme tengo la ilusión gastada.

Mantengo el amor y la esperanza pa luchar contra mi mente,

le planto siempre cara a mi pasado y me gana este presente.

Tu eres de los que tiran la piedra y siempre esconden la mano.

Tu tienes el papel del bueno, a mi me das el de villano.

Si tienes que besarme, siempre besas donde besas el que vende.

Me entregas, me azotas, me juzgas la conciencia y la mente.

Con lo sencillo y fácil que habría sido el amarnos locamente,

reír, sentir, amar, pensar que te quiero ciegamente...

Pero te empeñaste en amurallarte pa parar mis intenciones.

Y sigo dando vueltas a mi cabeza para llegar a la conclusión de...

Que yo soñé que me querías, yo soñé que me adorabas

pero vi que era mentira,

que hasta en sueños me engañabas.

Estoy cansado de rodar como una noria,

estoy cansado de contar siempre la misma historia,

estoy cansado de bailar el mismo baile

y de vivir pendiente del aire.

Ilusiones rotas

Ultimamente tengo esto un poco abandonado, o más bien, abandonado del todo. No se si es por vaguería o por que no quiero oír lo que tengo que escribir. Pero hoy necesito decirlo y no me importa oírlo, porque al fin y al cavo, no para de sonar en mi cabeza...

¿Por qué duele todavía? ¿Por qué te sigo echando de menos?

Parecía que ya había pasado, que ese asunto estaba olvidado. Pero no. Ahora con el tiempo resurge, resurge para doler más aún. Y es que no soporto pensar que al final Alberto tenía razón, que eras solo una mentira. Una triste mentira más. Que has sido uno más de los que me han engañado, uno más de los que han jugado conmigo. Y yo he vuelto a ser la tonta que te creía, la que habría dado un millón de cosas por tí, y todas las que pude las di. Pero nada, tu te limpiaste el culo con ellas. Pero hay que ver que bien me engañaste, o eres un buen mentiroso, o yo cada día soy más ingenua. Tengo miedo a que sea lo segundo. Quizás se deba a que cada día estoy más desesperada por encontrar a esa persona que me de su cariño y me trate como a su princesa. Otra nota más para mi cuaderno: no bajar nunca la guardia, las ranas disfrazados de príncipe están por todas partes.

Como dijo una sabia: "tanto estar con cerdos que ha acabado siendo uno de ellos" ;)