miércoles, 8 de diciembre de 2010

Olor a navidad

Nuevas ilusiones, nuevos problemas. Llega la navidad precedida del frío. El aire me vuelve bohemia. Quiero pasear de la mano de un amor por el centro de los madriles, viendo la nieve caer, las luces navideñas, los puestos de la plaza mayor, la gente de compras, paraguas, oler el frío y la lluvia, las chimeneas... Todo me hace añorar tener a alguien con quien compartirlo.


Creo haber encontrado a la persona, pero también creo que solo son ilusiones. Vemos lo que queremos ver. Es muy arriesgado y peligroso. Encima parece que tengo cierto imán para las cosas complicadas o será que mi subconsciente encuentra algo morboso y atractivo en ello. No lo creo. No me gustan las complicaciones. La realidad es que este en un camino duro y lleno de obstáculos. Me encuentro en el comienzo de ese camino y no se si comenzar a seguirlo o no. Estoy a tiempo de no cogerlo y me toca elegir: izquierda o derecha, derecha o izquierda. No se a donde me lleva ninguno de los caminos. El que me lleva a crear una historia con él me produce pánico. Son miles los inconvenientes que veo. Viéndolo así parece que está claro el camino que tengo que elegir, el que me aleja de todos esos inconvenientes. Pero tampoco quiero seguir por el mismo camino que elegí hace unos meses, ya estoy cansada de esa línea. Y puestos a cambiar de rumbo, me gustaría que mi compañero de viaje fuera él.

Una y un millón de veces más: ¿qué hacer?

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