Ha llegado el día y... estoy realmente acojonada. No se si voy a tener el valor suficiente para decir algo. Sinceramente, creo que no voy a ser capaz. Y si soy capaz, ¡madre mía! va ha ser horrible. Ahora mismo pienso que por qué le voy a decir nada, si ya se la respuesta, son ganas de pasar un mal rato. Pero se que es el miedo el que habla. Tengo que ser valiente y aclarar todo, así todo será mucho más fácil, doloroso, pero más fácil. Y el día a día... solo espero superarlo rápido.
...Bueno, en realidad, lo que más espero, es estar equivocándome y que mi cuento de hadas resurja. Pero la esperanza, en parte, es algo malo, sino ¿qué hacía en la caja de Pandora?
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