Dímelo, ¡demuéstramelo!

Tus ojos dicen que si, tu boca dice no,
y antes de que yo me valla dime lo que piensa tu corazón...

...Pero dímelo y demuéstramelo. Porque si me dices no y todas tus acciones dicen si, ¿a quién hago caso? Según mi experiencia propia está claro que las acciones mandan, porque por mucho que nos empeñemos en decir lo contrario, si el corazón quiere una cosa guiará al cuerpo hacia ella. Pero tú siempre me has dicho que no le de mil vueltas a las cosas, que me quede con lo que se y me han dicho, que no le ponga "peros" a las respuestas. ¡Pero sigues demostrándome lo contrario a lo que me dices!


Lo siento, soy demasiado cabezota y persistente como para abandonar. No puedo evitar arrojarme a la piscina vacía con la esperanza de que en un ultimo momento se llene de agua.

Suerte en el salto...

Quiero que sueñes conmigo

y que cuando te despiertes

no puedas vivir sin tenerme

y me mandes un mensaje:

"Vente conmigo para siempre"